Otro día en Kenia esta vez en el parque Masai Mara, hasta ahora este viaje ha sido de pura aventura, sorpresas y emociones. Es un viaje donde la palabra desconectarse un rato es literal.
Estoy sola, en África y no me puedo comunicar con nadie porque no hay internet en ningún lado. Todos nuestros hoteles han sido campamentos, pero no cualquier campamento me quedo en los famosos “GlamCamps” una estadía increíble. Tiene todo lo que necesito, una cama cómoda, baño, luz y agua, excepto internet.
Pero me preguntaba, ¿para qué quisiera el internet en un viaje tan emocionante, divertido y aventurero como este? Mi respuesta llego un rato después a la cual me respondí, PARA NADA. Obviamente habían momentos en los cuales yo quería subir una foto a mi story o realizar una publicación de como me la estaba pasando de bien. Pero en este viaje, les puedo asegurar que la falta de internet nunca fue un problema.
Pero dado a que nuestra generación no vive sin internet un segundo creo que se entendería que para un viaje así cualquiera quisiera compartir todo lo que está viviendo. Pero yo me cambie el chip, me desconecte totalmente de todo y no se imaginan el alivio que se sintió. Sin tener que estar pensando en grabar algo para publicar, subir alguna foto o video me puse a pensar en otras cosas, en gozar los días allí, en ver los paisajes, en admirar a la cantidad de vida animal que existe en estos parques naturales, en todo menos en el Wifi.
Toda esta experiencia puedo asegurar que la viví aún mejor porque no estaba pendiente del teléfono.
En mis 15 días en Kenia y Tanzania un día logre conectarme y fueron 10 minutos lo utilice para escribirle a mi familia y contarle que estaba bien, que la estaba pasando increíble y que no quería regresar nunca. Gracias a esta desconectada puedo recomendar a cualquier persona que haga cualquier tipo de viaje que lo mejor es no estar pendiente del teléfono y sin internet lo hace terapéutico, hace que uno disfrute más de todo lo que está viviendo, de apreciar las cosas a su alrededor e incluso de darse cuenta de pequeños detalles que quizá conectados al teléfono nunca lo mirarían. Pequeños detalles que cambian todo.
Deja una respuesta